Connie Hawkins… la estrella «casi» desterrada de la NBA
El caso de Connie Hawkins es el de un jugador proscrito al que tan sólo su calidad le salvó del ostracismo deportivo. Es una de esas situaciones de las que a día de hoy no daríamos crédito que sucediesen pero que realmente ha sucedido en la historia de la NBA, por una mera cuestión de autoprotección preventiva de la liga.
Hawkins fue una estrella social antes de ser una estrella profesional.
Nacido en las calles de Brooklyn fue uno de esos jugadores que crecieron en el baloncesto callejero apadrinado por Holcombe Rucker.
Las calles de Nueva York le permitieron crecer en el baloncesto diferente de Rucker Park, y donde o eras el mejor, o tenías que abandonar la cancha.
Esto optimizó su juego y le dio la oportunidad de llevar su baloncesto más allá de Brooklyn ya que se le concedió un beca en la Universidad de Iowa, desde donde probablemente daría un salto casi seguro a la deseada NBA.
Hasta aquí la historia de Connie Hawkins suena a final de feliz ya que logró crecer y salir de las calles de Brooklyn y llegar a la Universidad pero el destino le guardaba una mala pasada.
En 1961 antes de comenzar su temporada de freshman en Iowa cometió el error de pedir a un viejo conocido de Nueva York 200 dolares para cubrir algunos gastos escolares iniciales.
El problema fue que ese viejo conocido era nuestro viejo conocido Jack Molinas que había estado involucrado en diversas situaciones de amaño de partidos universitarios y profesionales.
Connie Hawkins devolvió los 200 dolares a Molinas al poco tiempo a través de su hermano Fred pero los acontecimientos siguientes convirtieron aquello en un daño irreparable.
Antes de que comenzara la temporada de la NCAA y que Hawkins debutara con Iowa, estalló un nuevo caso de amaño de partidos en el que estaba implicado de forma directa Jack Molinas y entre otras las universidades de Columbia, North Carolina State, Nueva York, Connecticut y Saint John’s.
En total hubo 37 arrestos y 22 universidades implicadas.
Aquellos 200 dolares que prestó Molinas a Hawkins fueron los más caros de la historia de la NBA.
Connie Hawkins pasó a estar investigado por ser considerado un potencial intermediario y no le permitieron jugar con la Universidad de Iowa.
Fue expulsado de la universidad y vetado de otros centros aunque realmente nunca estuvo bajo arresto y ni siquiera fue realmente imputado por ningún delito.
A partir de ese momento el joven Hawkins empezó a buscarse una forma de ganarse la vida con lo que mejor sabía hacer y fue fichado por los Pittsburgh Rens de la ABL recién creada por Abe Saperstein (dueño y promotor de los Harlem Globetrotters).
Consiguió ser nombrado MVP de la liga pero al año siguiente la liga desapareció y pasó a formar parte de los Globetrotters donde permaneció 4 temporadas.
Durante ese periodo, concretamente en 1964, Hawkins pasó a ser directamente elegible en el Draft por el cumplimiento de la famosa Four year Rule pero el Comisionado de la época J. Walter Kennedy, afirmó que no permitiría ningún contrato de Hawkins en la NBA.
Por este motivo ningún equipo apostó por un jugador de la calidad contrastada de Connie Hawkins en el Draft de 1964 y se convirtió en undrafted.
La NBA le había convertido en un jugador proscrito de forma oficiosa y en 1966 lo hizo de forma oficial, ya que le convirtieron en un jugador suspendido por la liga sine die.
En 1967 por los Pittsburgh Pipers de la recién creada ABA y allí continuó sus éxitos deportivos consiguiendo ser nombrado nuevamente MVP de otra competición profesional en Estados Unidos.
Aún así Hawkins no dejó su sueño de jugar en la NBA e interpuso una demanda judicial contra la liga, por no entender el motivo de su expulsión preventiva de la liga por un delito por el que nunca había sido juzgado ni condenado.
Tras otro año más en la ABA finalmente se resolvió su litigio contra la NBA dándole la razón a Hawkins y haciendo a la NBA que retirara su sanción ya que no había ninguna prueba de que The Hawk hubiera cometido ningún delito, ni incluso una irregularidad.
Además de permitirle jugar en la NBA, se condenó a la liga a que le pagará 6 millones dolares en concepto de daños y perjuicios por una injusta sanción que había minado su carrera deportiva.
En 1969 en un pequeño sorteo por el lanzamiento de una moneda entre los Suns y los Supersonics, se le asignaron los derechos al equipo de Phoenix, donde debutó en la NBA ya con 27 años.
Consiguió ser 4 veces All Star de la liga y protagonizó una de las mejores actuaciones individuales de la historia de la NBA, al conseguir el 22 de marzo de 1970 frente a los San Diego Rockets 44 puntos, 20 rebotes, 8 asistencias, 5 robos y 5 tapones.
Hawkins jugó 7 temporadas en la NBA en total entre los Suns, Lakers y Hawks.
Finalmente la historia y la NBA fueron justas con Connie Hawkins y dejó de ser la estrella proscrita del baloncesto norteamericano para convertirse en la estrella que pudo ser.