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El cenit de la carrera de Allen Iverson

Allen Iverson es una de las grandes estrellas de la historia de la NBA. Su imagen, su carisma y su estilo de juego le convirtió rápidamente en uno de los favoritos de los aficionados de la competición. Sus logros fueron múltiples a lo largo de su carrera, pero hubo un año y , en particular, un momento que le encumbraron en la cima del baloncesto mundial, aunque lamentablemente fue breve para él.

El mejor año de la carrera de Allen Iverson llegó en la temporada 2000-2001 cuando lo ganó prácticamente todo. Fue el MVP de la temporada regular, consiguiendo además ser el jugador más bajo de todos los tiempos en lograrlo, miembro del mejor equipo de la temporada, máximo anotador, titular del All Star y también MVP del partido de las estrellas.

En aquel momento el mundo del baloncesto giraba en torno a Iverson y consiguió llevar a los Philadelphia 76ers a las Finales de la NBA, donde no llegaban desde que Julius Erving y Moses Malone consiguieron el último Título para los Sixers.

Aquel viaje finalizó sin el éxito de enfundarse el anillo de Campeón de la NBA porque los Lakers del dúo formado por Shaquille O’Neal y Kobe Bryant se lo impidieron, pero antes en esas mismas Finales, The Answer dejó otro dato para la historia.

El 6 de Junio de 2001, en el primer partido de las Finales, Allen Iverson anotó 48 puntos convirtiéndose en el mejor debutante de todos los tiempos en unas Finales de la NBA.

Nadie ha anotado más puntos en su debut en unas Finales de la NBA que Iverson. Además hay que resaltar que el partido lo jugó  como visitante en Los Angeles y que los 76ers se llevaron el encuentro tras una intensa prórroga.

En aquel momento, Allen Iverson había puesto bajo sus pies a la NBA y nadie podía competir con él en su innegable condición de jugador más determinante en la liga, ni incluso los 216 centímetros y 147 kilos de Shaquille O’Neal, con sus 44 puntos y 20 rebotes.

A partir de aquel día donde Iverson se sentó en la cima del baloncesto, las cosas fueron a peor para los 76ers y el equipo de Philadelphia terminó siendo barrido por unos Lakers que ganaron los cuatro siguientes partidos de forma consecutiva hasta terminar alzando el Trofeo Larry O’Brien.

Aquella guerra de Allen Iverson contra el mundo, la perdió el jugador de Philadelphia porque simplemente no pudo superar batalla a batalla a unos Lakers que contaban con la pareja formada por Shaq y Kobe, y un fondo de armario de jugadores, que atesoraban mucha más artillería ofensiva que los de Philadelphia, empezando por Dikembe Mutombo, Eric Snow y Aaron McKie.

Allen Iverson perdió su oportunidad de ser Campeón de la NBA, pero demostró que en aquel momento,era el mejor jugador del planeta, sin medir 216 centímetros, ni pesar 147 kilos y sin tener a su lado a Kobe Bryant y a un banquillo de jugadores de mayor talento ofensivo.

Al César lo que es del César.

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