Karl Malone, el All Star despechado de la NBA
Uno de los peores enemigos que puede tener una super estrella de la NBA, es su propio ego. Es comprensible que no sea sencillo mantener la absoluta normalidad cuando eres multimillonario y uno de los mejores jugadores del planeta, pero Karl Malone, sobrepasó los límites del saber estar en el All Star de 1990
Para comprender lo que aconteció en aquel super evento deportivo, hay que contextualizar los hechos recordando como era aquella NBA de la temporada 1989-1990.
En aquel momento, todavía dominaban la Conferencia Oeste los Lakers de un Magic Johnson a nivel MVP y, por el Este, estaban los actuales campeones, los Bad Boys de Isiah Thomas, que habían dado buena cuenta de los Celtics de Larry Bird y que seguían siendo capaces de contener a los Chicago Bulls de Michael Jordan.
Junto a estos grandes equipos, dominaban la NBA jugadores emergentes como el propio Michael Jordan, Hakeem Olajuwon, Charles Barkley, Pat Ewing, Dominique Wilkins, o Karl Malone, jugadores todos miembros permanentes de los mejores equipos de la temporada NBA y entre los primeros en las anotaciones de puntos, rebotes, asistencias, robos y tapones.
Estaban en pleno cambio generacional de la NBA, entre el ocaso de las grandes estrellas de los 80’s y la eclosión de la super estrellas de los 90´s.
Uno de los mejores ejemplos de esa nueva aristocracia de la NBA era Karl Malone, nombrado en el mejor equipo de la temporada 1988-1989, segundo máximo anotador de la NBA, tras Michael Jordan, y el rutilante MVP del All Star 1989.
Karl Malone ya era una de las mayores estrellas de la NBA, pero tenía un problema, jugaba en los Utah Jazz, un equipo relativamente novel y con un mercado de aficionados muy limitado.
Salt Lake City y el estado de Utah, no tenían punto de comparación con ciudades como Los Angeles, Chicago, Nueva York, Philadelphia, Houston o incluso Boston.
Esto se evidenciaba en cualquier evento que requiriese del apoyo popular, como así pasaba en la votación del All Star, donde se elegía de forma directa al quinteto titular del partido de las estrellas, compuesto por dos jugadores exteriores (bases y escoltas) y tres interiores, de los cuales uno era el pívot más votado y los otros dos elegidos entre los aleros y ala pívot.
Con estos antecedentes, llegamos al evento de 1990, cuando Karl Malone, el actual MVP del All Star y una de las mayores estrellas de la liga, recibió tan solo 159,562 votos, frente a los 163,053 de James Worthy y los 160,788 de A.C. Green, ambos jugadores de los Lakers.
Karl Malone, había obtenido la tercera posición en el voto de los aficionados de la Conferencia Oeste, lo que le dejaba automáticamente fuera del quinteto Titular de esa conferencia.
El Cartero estaba realmente dolido en su ego por el hecho tanto de haberse quedado fuera del quinteto, como por haberlo sido por un jugador del nivel de A.C. Green, un muy buen jugador, pero a kilómetros luz de Malone.
El ala pivot de los Utah Jazz se enteró de esta circunstancia el 25 de enero de 1990, negándose a contestar al respecto a los medios informativos, pero informó a Larry Miller, el dueño de los Jazz, que se pretendía «borrar» de aquel partido porque, sin querer menospreciar a A. C. Green, pensaba que los aficionados le habían minusvalorado y que no le respetaban.
Evidentemente, el peso del poderoso mercado de Los Angeles en el Estado de California en cuanto a aficionados se refiere, había sido decisivo para que A. C. Green, en reconocimiento a su gran temporada, hubiera obtenido un nivel de votos que dejara fuera a una de las mayores estrellas de la NBA.
Dos días más tarde, el 27 de enero de 1990, los Utah Jazz jugaron un partido frente a los Milwaukee Bucks y Karl Malone salió a demostrar de que era capaz a los aficionados de la NBA.
El partido se saldó con una aplastante victoria de los de Utah por 144 a 96, pero lo realmente importante es que El Cartero realizó la mejor actuación anotadora de su carrera, lo cual es mucho decir para un jugador que anotó 36928 puntos, el tercero de la historia tras Kareem y Lebron James.
Karl Malone sumó 61 puntos, 18 rebotes, 2 asistencias y 3 robos, y con un porcentaje de acierto del 80,8 % en 33 minutos de juego.
Además, fue nombrado en enero, Mejor jugador del Mes de la NBA, con un promedio de 34.3 puntos, 10.4 rebotes y 2.5 asistencias. En aquel momento, todavía no había premio dividido por conferencia.
Días más tarde, Pat Riley, como entrenador del equipo de la Conferencia Oeste, dio la lista de reservas para el All Star de 1990 que se celebraría el 11 de febrero de 1990 en Miami, entre los que se encontraba, como no, el nombre de Karl Malone.
Un par de días antes del evento y, a pesar de disputar 36 minutos en la victoria de los Jazz contra los Hornets el 8 de febrero, Karl Malone pasó a engrosar la lista de lesionados para el All Star y fue sustituido por Rolando Blackman, el alero de los Dallas Mavericks.
Aquel All Star fue el único disputado por A. C. Green a lo largo de su carrera y uno de los catorce para los que fue elegido Malone.
El 13 de febrero los Utah Jazz disputaron su siguiente partido de liga con la presencia del «recuperado» Karl Malone, que anotó 40 puntos y jugó, ni más ni menos, que 48 minutos.
De hecho, El Cartero, no se perdió ni un sólo partido de temporada regular en aquella temporada 1989-1990 y volvió a ser elegido en el mejor quinteto de la NBA, pero su ego y su despecho le llevaron a no jugar el All Star de 1990.
Al año siguiente, volvió a ser el alero más votado de la Conferencia Oeste con 609,201 sufragios y, como consecuencia, titular del partido de las Estrellas, el lugar donde él siempre pensó que debía estar, en el también conocido como «partido de los egos».
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