Zydrunas Ilgauskas el otro Gigante Lituano de la NBA
Es curioso cómo puede evolucionar la vida y la fama de un jugador, en función de su relación y comparación con otros jugadores. El caso del pivot Zydrunas Ilgauskas es particularmente relevante, ya que 9 de cada 10 aficionados de la NBA a los que les preguntes por un pivot lituano de 221 centímetros, con el número 11 a la espalda, nacido en Kaunas y que jugó en la NBA, responderían sin dudarlo Arvydas Sabonis.
He dicho 9 de cada 10 en vez de 10 de cada 10, porque siempre hay algún despistado, o algún aficionado de los Cleveland Cavaliers por el mundo.
La breve historia de Ilgauskas en la NBA, se podría resumir en la de un buen pivot de corte interior que llegó a ser incluso dos veces All Star, pero realmente va mucho más allá de esos fríos datos.
Ilgauskas llegó a la NBA a través del histórico Draft de 1996 donde desembarcaron el NBA futuros MVP como Allen Iverson, Steve Nash y Kobe Bryant. Fue elegido en la posición vigésima por los Cleveland Cavaliers.
En su primer año en la NBA, la temporada 1997-1998, las comparaciones con Sabonis fueron continuas, ya que los dos pivots lituanos jugaron a un gran nivel.
El problema para Ilgauskas fue la sombra tan alargada de Sabas que, con 33 años, seguía siendo un jugador dominante y de referencia, incluso en la NBA. De hecho, Sabonis era el ídolo del propio Ilgauskas, que decidió llevar el número 11 de camiseta en honor de su jugador favorito.
En su primera temporada en la NBA Ilgauskas se ganó la titularidad en los Cavaliers y se llevó el Premio al MVP del Rising Stars, el partido de los novatos del All Star de la época.
Sus cifras en la liga no engañaban en cuanto a su calidad deportiva, ya que terminó su primer año promediando unos potentes 13,9 puntos, 8.8 rebotes y 1.6 tapones por partido.
El futuro parecía prometedor para el hombre destinado a continuar con el legado de Sabonis en la NBA, pero una grave lesión en su pie derecho le mantuvo en el dique seco durante prácticamente dos temporadas completas.
Si ya de por sí era complicado crecer en popularidad con el halo del carisma de Sabonis, su cuarta temporada en la NBA terminó en diciembre por otra lesión. En aquel momento solamente había disputado 24 partidos.
Estas tres campañas aciagas por las lesiones, le llevaron a tan solo poder disputar 30 partidos de temporada regular de los 246 posibles. De esta forma se hacía imposible fraguarse un nombre en la NBA, aunque el destino cambió para Ilgauskas a partir de la temporada 2001-2002 donde volvió a recuperar su nivel de juego, e incluso la titularidad, en detrimento de Chris Mihm.
La llegada de otro jugador europeo de corte interior como Pau Gasol a la NBA, volvió a cubrir de opacidad la figura del pivot lituano, ya que Ilgauskas había pasado de ser un novato emergente a un jugador intentando hacerse un hueco en la NBA tras varias lesiones de gravedad.
Aun así Zydrunas Ilgauskas resurgió de sus cenizas y en la temporada 2002-2003 fue nombrado All Star por primera vez en su carrera, aunque su buena suerte no quedaría ahí.
Al año siguiente los Cleveland Cavaliers draftearon a un jugador de la ciudad de Akron llamado Lebron James, lo que cambió de forma radical las expectativas del equipo del Estado de Ohio.
El elegido hizo que los Cavs pasaran de ser uno de los peores equipos de la NBA a ser en un breve periodo de tiempo primero un equipo de Playoffs y segundo un aspirante al Título de la NBA.
En esos años junto a Lebron James, la calidad de los 221 centímetros de Ilgauskas le llevaron a ser uno de los pivots más reconocidos de la liga y a volver a ser nuevamente All Star en 2005.
Las temporadas pasaban y Lebron seguía creciendo en Cleveland, al mismo tiempo que Ilgauskas no bajaba de los dobles dígitos de anotación por partido.
El punto álgido de ambos en esa etapa llegó en la temporada 2006-2007 cuando los Cavaliers llegaron a las Finales de la NBA, donde cayeron derrotados frente a los San Antonio Spurs.
La bisoñez de Lebron y la calidad y oficio de los Spurs hicieron que los Cavaliers fueran barridos por cuatro a cero.
En la temporada 2008-2009 de nuevo los Cavaliers avanzaron hasta las Finales de Conferencia, pero en esta ocasión los Orlando Magic del «otro» Dwight Howard se interpusieron en el camino de los Cavaliers al Título de la NBA.
Ilgauskas se alejaba de su sueño de ser Campeón de la NBA y todavía más cuando Lebron James decidió abandonar Ohio en dirección a las costas de Florida, a los Miami Heat.
En ese momento se produjo uno de los hechos que todavía ponen más en valor la carrera de Ilgauskas, ya que Lebron James se le llevó con él al proyecto de los Heat.
Como veterano firmó por una sola temporada y fue el pivot titular del equipo durante buena parte de la temporada, aunque su estado físico con casi 36 años ya no era el de sus años dorados en Cleveland.
Finalmente los Heat cayeron frente a los Dallas Mavericks por cuatro a dos y con la derrota se esfumó el sueño de Ilgasukas de convertirse en Campeón de la NBA, ya que al final de esa misma temporada anunció su retirada.
La carrera de Zydrunas Ilgauskas estuvo inicialmente marcada por las lesiones, pero al contrario que otros jugadores de su tamaño, fue capaz de volver a la élite e incluso a ser All Star de la competición.
Los Cleveland Cavaliers retiraron su número 11, el 8 de Marzo de 2014, pasando a ser el tercer jugador europeo en lograr dicha distinción, tras Vlade Divac y Drazen Petrovic.
El balance estadístico de su carrera concluyó con 843 partidos disputados, en 13 temporadas en activo, con un promedio de 13 puntos, 7.3 rebotes,1.2 asistencias y 1.6 tapones por partido, unas cifras por encima de las de su ídolo en la NBA, Arvydas Sabonis.
Realmente fueron dos jugadores muy distintos, más allá de sus coincidencias personales, pero quizás la historia no haya sido justa con Zydrunas Ilgauskas.
El pivot que forjó su carrera en los Cavaliers supo reinventarse tras recuperarse de una lesión y siempre fue un jugador competitivo, tanto como para que el propio Lebron le quisiera para su proyecto en los Heat, pero pocos recuerdan a Ilgauskas.
El otro gran pivot lituano merece un espacio en la historia de la NBA y sobre todo un reconocimiento que, en un marco comparativo, nunca fue suficiente.
A nivel de selección tampoco tuvo gran fortuna, ya que solamente pudo disputar tres partidos con la exitosa selección lituana. Hubiera sido precioso ver jugar a dos Torres gemelas de 221 centímetros como Sabonis e Ilgauskas, pero las lesiones nunca permitieron tal imagen.
Ilgauskas fue sin duda un gran jugador, al que solamente un gigante con el talento de Arvydas Sabonis, le pudo ensombrecer.