El 34 de Antetokounmpo, un número muy familiar
Si hiciéramos una retrospectiva al Draft de 2013 y viéramos a la camada de jugadores que se presentaban al evento, podríamos sacar múltiples conclusiones y, entre ellas, estaría que la carrera de un jugador en la NBA, puede tener diversos desarrollos en función de parámetros intangibles que son prácticamente imposibles conocer a priori. Muestra irrefutable de ello es que, el 27 de junio de 2013, Anthony Bennet fue elegido como número 1 del Draft y Giannis Antetokounmpo el número 15.
Obviamente, era imposible saber que el que en aquel momento era una de las mayores estrellas de la NCAA como Anthony Bennet de la UNLV, pasaría a la historia como uno de los peores números 1 del draft de la historia de la NBA y el decimoquinto jugador de ese mismo draft, un espigado griego con nombre impronunciable procedente del Filathlitikos de la segunda división helena, se convertiría en MVP y en una de las mayores estrellas de la NBA.
Todo eso es ya historia de la NBA y adentrarme aún más en la evolución y comparación de la trayectoria de ambos jugadores, sería hacer leña del árbol caído y, en cierta manera, también ser un poco injusto ya que, absolutamente nadie, podría imaginar que Antetokounmpo tendría la capacidad de crecimiento y desarrollo, tanto físico como deportivo que ha llegado a tener. Además, hay otros 13 nombres más entre el puesto de Bennett y el de Anteto, con los que se podría hacer la misma comparación ventajista que da el transcurso del tiempo.
Ahora bien, de aquel joven y flaco Giannis Antetokounmpo han cambiado muchas cosas desde su llegada al Draft de la NBA, previo paso fallido por el CAI Zaragoza de la ACB, pero no su vinculación y arraigo familiar. De hecho, ese compromiso con lo consanguíneo ya lo mostró en su llegada a la NBA.
En las sesiones fotográficas oficiales a los rookies, previas al inicio de la temporada 2013-2014, se preguntaba al nuevo grupo de jugadores de primer año de la NBA cual era el origen o motivación para la elección de sus números de camisetas.
En el caso de Antetokounmpo la respuesta fue sencilla, a la par que consecuente al cariño que profesa hacia su familia.
La elección de su número 34 tiene como origen un dato de sus padres, el tres por su padre Charles y el cuatro por su madre Veronica, ya que son los números finales de sus respectivos años de nacimiento (1963 y 1964).
Hay pocos jugadores en la NBA que muestren tan abiertamente sus relaciones familiares y The Greek Freak es uno de ellos. Habitualmente, suele colgar en redes sociales fotos con sus hermanos (casi todos también jugadores de baloncesto) con los que suele compartir todo el tiempo posible, incluso siendo compañero de equipo en los Milwaukee Bucks con su hermano mayor Thanasis que, curiosamente, también utiliza el mismo sistema de elección de número que Giannis, pero modificación del orden del 3 y el 4 formando el 43 que utiliza habitualmente.
En septiembre de 2017, Charles el padre de los Antetokounmpo falleció repentinamente con tan solo 54 años, en lo que vino a ser un duro revés para una familia tan unida con el Clan Anteto. Giannis recordaba a su padre diciendo que «Nunca hubo un día en mi vida en que lo llamara y él no estuviera allí para mí» .
El 10 de febrero de 2020 nació el primer hijo del MVP de la NBA, al cual le puso el nombre Liam Charles en recuerdo de su padre fallecido, lo que demuestra una vez más el extraordinario apego y cariño de la familia Antetokounmpo.