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Ralph Sampson, el Gigante que no quiso ser un pivot

Los seres humanos solemos vivir en la continua contradicción de querer ser cosas distintas a las que nuestro propio destino nos ha deparado. Nos resistimos a lo sencillo, a lo predefinido, a lo común, para buscar lo diferente, lo especial, lo inesperado. Este fue el caso de Ralph Sampson, el hombre que pudo ser el pivot más dominante de todos los tiempos, pero que quería realmente ser un alero.

Desde sus comienzos en el baloncesto, un físico de las condiciones del que tenía Ralph Sampson, le convirtió automáticamente en el oscuro objeto de deseo de toda la NBA.

Su llegada incluso a la NCAA ya fue de por sí controvertida, ya que las mejores Universidades pujaron por él con sus programas deportivos, para hacerse con el jugador más determinante desde Wilt Chamberlain o Kareem Abdul Jabbar. Los dos Campeonatos estatales logrados en con el Instituto Harrisonburg High le sirvieron como una magnifica carta de presentación.

Ralph Sampson con Harrisonburg High

Finalmente se decidió por la Universidad de Virginia donde año tras año fue cumpliendo con las altas expectativas que estaban puestas en él.

Desde su primer año en la competición universitaria, la decisión de si se declaraba elegible para el Draft acogiéndose a la Regla de la Necesidad, se convirtió en uno de los momentos más importantes de la temporada, ya que los equipos de la NBA que tenían la posibilidad de elegir al número 1 del Draft soñaban con hacerse con un  jugador que podía marcar una era. Al fin y al cabo, no se podía todos los días acceder a tener a un jugador de 224 centímetros con la movilidad de un alero.

Ralph Sampson fue año tras año desdeñando las acometidas y propuestas de equipos míticos como los Boston Celtics, Dallas Mavericks o Los Angeles Lakers.

Míticos nombres como Red Auerbach de los Boston Celtics o el Dr. Jerry Buss de los Lakers, le intentaron convencer para formar parte de esas franquicias legendarias, pero en el caso de los Orgullos Verdes de Massachusetts, la oferta llegó demasiado pronto y, en el caso de los púrpura y oro, la amenaza de tener que declararse elegible sin todavía tener ganada la primera elección los Lakers, hasta el lanzamiento de moneda con los Clippers, le hizo no sumarse al Draft hasta su año senior de 1983.

Durante los cuatro años en Virginia sumó la mayor cantidad de premios universitarios que nunca ha conseguido un jugador de baloncesto. Los ganó todos y en varias ocasiones… el Naismith, el Adolph Rupp, el Associated Press, el Oscar Robertson, el NABC y el J.R. Wooden, incluso en 1982 y en 1983 los ganó absolutamente todos.

Ralph Sampson con la Universidad de Virginia

Su popularidad era tal que llegó a ser seis veces portada de la revista Sports Illustrated sin haber pisado si quiera la NBA.

Su halo de super estrella le llevó a ser el indiscutible número 1 del Draft de 1983, el más alto de la historia hasta la llegada del chino Yao Ming.

Lo más curioso de aquella situación es que Ralph Sampson en aquel momento no había llegado ni a ganar un Título de la NCAA, e incluso sus números eran buenos, pero tampoco especialmente extraordinarios.

En los cuatro años en Virginia consiguió un promedio de 16.9 puntos, 11.4 rebotes por partido y 3.5 tapones por partido.

Sea como sea la potencialidad de sus 224 centímetros en la NBA, hizo que los Houston Rockets se lanzaran a por él sin dudarlo, máxime cuando estaban en plena reconstrucción tras la marcha el año anterior de su máxima estrella y MVP, Moses Malone.

Sampson en el Draft con la camiseta de los Rockets

El destino le guardaba todavía una paradoja más, el entrenador de aquellos Rockets era Bill Fitch, el hombre que cuando Red Auerbach intentó reclutar a Ralph Sampson era el entrenador de los Celtics. El gran Auerbach precisamente apostaba por el firme carácter de Fitch como el antídoto para que el jugador abandonara su sueño de jugar en posiciones exteriores, lo cual no terminaría consiguiendo.

El primer año Ralph Sampson jugó de pivot junto a Cadwell Jones y cumplió con parte de las expectativas puestas en él, ya que consiguió ser nombrado Rookie del año, tras sumar 21 puntos, 11.1 rebotes, 2 asistencias y 2.4 tapones por partido. También fue All Star por primera vez en su carrera.

Su nivel de fama era tal, que incluso la firma Puma le creó un modelo específico de zapatillas para él, las Puma Ralph Sampson.

Puma Ralph Sampson

Los Houston Rockets mejoraron de una temporada a la otra, pero siguieron sin entrar en Playoffs, pero todo cambiaría con el Draft de 1984, donde los de Texas consiguieron de nuevo el número 1 del Draft para hacerse con un pivot «real», Hakeem Olajuwon.

Sampson y Olajuwon pronto se conjugaron como una pareja letal y se convirtieron en la auténticas y genuinas Torres Gemelas de la NBA.

Aquella temporada 1984-1985 Ralph Sampson terminó de explotar en la NBA haciendo una temporada mejor todavía que la anterior (22.1 puntos, 10.4 rebotes, 2.7 asistencias y 2 tapones por partido).

El poderoso juego interior de Olajuwon, hizo que aunque Sampson fuera 11 centímetros más alto que el nigeriano, pudiera jugar en posiciones más alejadas al aro. De hecho, al adoptar el rol de ala pivot, se convirtió en el jugador más alto de la historia en jugar en una posición distinta a la de pivot.

Hakeem Olajuwon, Bill Fitch y Ralph Sampson

El cenit de la temporada llegó en el All Star de 1985 cuando consiguió hacerse con el MVP del partido de las estrellas, el único de su carrera.

Los Rockets volvieron a los Playoffs pero cayeron en primera ronda frente a los Jazz.

 El futuro en Houston parecía prometedor y la temporada 1985-1986 confirmó todos los vaticinios.

 

(Continúa en la siguiente página…)

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