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Jimmy Butler, la estrella que surgió de la oscuridad

Curiosamente, la historia de la NBA tiene más casos de jugadores que iban para super estrellas y que terminaron «estrellados», que de jugadores de los que no se esperaba nada y se terminaron convirtiendo en super estrellas. Lo que nos lleva al caso de Jimmy Butler, un claro ejemplo del héroe inesperado.

De Jimmy Butler se ha dicho de todo, incluso que era el hijo perdido de Michael Jordan fruto de una relación extramatrimonial, pero la realidad es mucho más mundana, aunque si bien es cierto, sí que hubo un «Jordan» que le cambió la vida al joven Jimmy.

El comienzo del relato de la vida personal y deportiva de Jimmy, que no James, es el de un niño que nació en Houston, el 14 de septiembre de 1989 y que se crio en los suburbios de la ciudad más poblada del sur de Estados Unidos.

Abandonado por su padre en su más tierna niñez y echado por su madre de casa, en su adolescencia, el diagnóstico de Jimmy Butler con 13 años era el de un joven que acabaría en serios problemas.

Cuentan múltiples fuentes que su madre le «invitó» a abandonar su casa con la siguiente frase lapidaria: «No me gusta tu aspecto. Tienes que irte».

Después de que tu propia madre te diga eso, entiendo que no debe ser sencillo salir adelante, pero aunque resulte paradójico, la constante en la vida de Jimmy Butler ha sido siempre esa, salir adelante cuando todo parece en su contra.

Tras ser expulsado de su casa continuó viviendo en casas de sus amigos del Instituto y nunca dejó de acudir al mismo y a seguir con su formación.

En ese periodo conoció a un amigo que le cambiaría la vida, el otro «Jordan».

Hablamos de Jordan Leslie, un joven deportista que formaba parte de una familia numerosa que terminó acogiendo a Jimmy Butler entre los suyos, por expreso deseo de Michelle Lambert, la matriarca del clan.

Jordan Leslie, Michelle Lambert y Jimmy

Lo más sencillo de esta historia inusual es pensar que esa familia vio a una posible futura de la NBA en ciernes y que, a lo «He Got Game», se intentaron subir al carro del posible éxito, pero la realidad era bien distinta porque, en aquel momento, Jimmy Butler hacia gala de su mayor talento que es salir adelante ante las adversidades, pero no de ser una super estrella del baloncesto.

No estaba considerado ni como uno de los mejores jugadores del Estado de Texas.

Jimmy se incorporó a la familia como uno más y empezó a crecer personal y deportivamente, convirtiéndose su historia, siguiendo los paralelismos cinematográficos, en algo bastante parecido a «The Blind Side» (Un sueño posible en español), película recomendadísima que llegó a «oscarizar» a Sandra Bullock por interpretar el papel de Leigh Anne Tuohy como madre adoptiva de Michael Oher, jugador de la NFL. Imaginaros si la historia debe ser buena.

La Tuohy de Michael Oher, fue la Michelle Lambert de Jimmy Butler.

Precisamente con la protección, ayuda y compañía de Michelle Lambert, a cambio de nada, Jimmy Butler siguió superando sus dificultades personales y también deportivas.

Jimmy  el día que le retiraron su camiseta con Tomball High School

Jimmy, tras su paso por el Instituto Tomball, no fue reclutado por ningún programa deportivo relevante de ninguna Universidad de la NCAA y se vio abocado a incorporarse al Tyler Junior College (TJC) una Universidad pública del Estado de Texas, de escasa relevancia deportiva.

¿Qué posibilidades había en aquel momento de que la historia de Jimmy Butler terminara siendo la de un deportista profesional del máximo nivel?. Francamente, muy remotas.

Tras conseguir en su primer año en Tyler 18.1 puntos, 7.7 rebotes y 3.1 asistencias por partido, la Universidad de Marquette se fijó en él y le ofreció un mayor desarrollo deportivo, un paso clave en su carrera.

Ya en Marquette, no llegó a convertirse en un jugador determinante hasta su tercer año en la Universidad (cuarto en total junto con la etapa de Tyler), lo que le valió entrar en las quinielas para ser drafteado en la NBA. 

En aquel momento, Jimmy Butler contaba ya con prácticamente 22 años, una edad escasamente habitual para dar el salto a la NBA de una futura estrella del baloncesto.

Fue elegido en la posición 30, la última de primera ronda, por los Chicago Bulls, una posición muy retrasada en la Draft para una futura estrella, pero Jimmy ya había conseguido el éxito ante todas las dificultades y, a la par, había acabado su Licenciatura en Filosofía y Letras por la Universidad de Marquette.

Jimmy con su título de Filosofía y Letras por Marquette

¿Recordáis a aquel niño de 13 años que su madre había echado de casa en Tomball? Ahora era un Licenciado universitario elegido en el Draft de la NBA por los Chicago Bulls.

A pesar de poder explotar una historia tan dramática y modélica del hombre hecho a sí mismo, Butler  hizo las siguientes declaraciones a la ESPN antes del Draft:

«Por favor, sé que vas a escribir algo. Solo te pido, no lo escribas de una manera que haga que la gente sienta lástima por mí. Odio eso. No hay nada de qué arrepentirse. Me encanta lo que me pasó. Me hizo quien soy. Estoy agradecido por los desafíos que he enfrentado. Por favor, no les hagas sentir lástima por mí»

Tampoco ha manifestado nunca públicamente nada negativo frente a su familia biológica de quienes llegó a decir en 2015:

«No guardo rencor. Todavía hablo con mi familia. Mi mamá. Mi padre. Nos amamos. Eso nunca va a cambiar» 

Los inicios de la carrera de Jimmy Butler en la NBA, tampoco fueron sencillos ya que llegó a un equipo que no le dio oportunidades, salvo cuando ya no tuvieron más remedio.

Su primera temporada, para mayor infortunio, fue la del Lockout de 2011, lo que redujo la temporada regular en 16 partidos.

El todavía indemne Derrick Rose, Luol Deng, Ronnie Brewer, Richard Hamilton y Kyle Korver estaban por delante en la rotación de Butler, que tan solo jugó 8 minutos por partido en 42 encuentros, con una producción de 2.6 puntos y 1.3 rebotes por partido.

Lo normal en un caso como el de Butler, con ese tiempo de juego y con esas expectativas de futuro, era el de haber acabado en la Liga de desarrollo o directamente haciendo las maletas para viajar a Europa.

Jimmy Butler con los Chicago Bulls en 2013

La grave lesión de Derrick Rose en los Playoffs de esa misma temporada, le abrieron al año siguiente un mayor hueco en la plantilla de los Bulls, aunque el veterano Richard Hamilton e incluso el italiano Belinelli empezaron  por delante de él en la rotación a principio de temporada, el final de la temporada 2012-2013 fue el punto de inflexión de su carrera, ya que se ganó la titularidad con los del United Center y cuajó unos espectaculares playoffs para un jugador de su bagaje.

La extraña lesión de Luol Deng que le hizo que se perdiera el final de la primera ronda de Playoffs y las semifinales completas frente a los Heat, terminaron de empoderar a Butler.

Jimmy se había convertido en el líder de los Chicago Bulls de un día para otro y terminó siendo el máximo anotador del equipo frente a la serie en la que cayeron eliminados con los Heat de Lebron, Wade y Bosh.

Los Chicago Bulls, huérfanos de Derrick Rose y sin confiar en Luol Deng, apostaron a partir de 2013 por Jimmy Butler, un héroe inesperado que nunca dejó de trabajar y creer en si mismo.

Tras ser nombrado el Jugador más mejorado en la temporada 2014-2015 y llegar a ser All Star llegó el gran momento de Jimmy en la NBA ya que los Chicago Bulls le ofrecieron un contrato de super estrella.

En sus 4 primeras temporadas en la NBA, Jimmy Butler había ganado un total de 5,240,000 millones de dólares, mientras que el número 1 de su Draft, Kyrie Irving se había embolsado tan solo en el primer año 5,144,280 millones de dólares para un total de 23,352,330 millones.

Esa es la diferencia de ser un número 1 del Draft a un número 30, pero tras 4 años, Jimmy consiguió su objetivo y firmó con los Bulls  por tres años por 52 millones de dólares.

A partir de aquí la carrera de Jimmy Butler ha sido la de una estrella de la NBA que se ha llegado a definir en una entrevista con Sports Illustrated de la siguiente manera:

«No soy un talento dado por Dios, no soy el mejor tirador, no soy el mejor manejador de pelotas, no soy el más atlético y tampoco  soy el más rápido, pero lucho. Yo lucho. Soy duro y no retrocedo. Ahí va mi talento para ti. No le tengo miedo a nadie. No puedo asustarme».

Butler con Miami Heat en 2023

Jimmy ha sabido inventarse, reinventarse y sobrevivir a todo lo que estaba en su contra para alcanzar el éxito… que era prácticamente todo.

Hay estrellas que nacen, otras que se hacen por el camino y luego esta Jimmy Butler.

 

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