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La gran pelea de Manute Bol

Una de las muchas características que tuvo la carrera de un jugador tan especial como la del gigante sudanés, fue que en su primera temporada en la liga, marcó prácticamente todos lo mejores registros de su carrera en la NBA. También protagonizó uno de los momentos más desagradables de su carrera, la gran pelea de Manute Bol.

Siempre existió la leyenda urbana de que Manute era un rookie muy especial ya que, desde sus primeros flirteos con la NBA, su edad real siempre estuvo en duda.

En teoría debutó en la liga estadounidense con 23 años y 9 días cumplidos, pero se duda muy frecuentemente sobre este dato, porque los datos civiles de nacimiento de las aldeas Dinkas en África, no son precisamente los más fiables del planeta.

Este hecho siempre ha servido de explicación para que Manute Bol, sin prácticamente haber jugado al baloncesto, tuviera un cierto grado de madurez deportivo, que no parecía acompañar a un jugador sin experiencia de 23 años recién cumplidos.

Sea como sea, Manute se ganó un hueco en el equipo titular de los Washington Bullets desde primeros de diciembre de 1985 y empezó a cuajar grandes partidos defensivos, lo que le valió promediar 5 tapones por partido en su primer año en la NBA, la segunda mejor marca de la historia, sólo superada por Mark Eaton.

El espigado e interminable jugador de los Washington Bullets se convirtió en una auténtica atracción en la NBA y todo el mundo quería ver en juego al jugador más alto (en ese momento) de la historia de la competición estadounidense.

Manute Bol defendiendo con los Bullets

Detrás de esa imagen engañosa de debilidad física por la longitud de sus extremidades, se escondía un hombre que no se amilanaba frente a nadie, lo cual demostró con creces la noche de la gran pelea de Manute Bol.

Todo ocurrió el 14 de enero de 1986 en el Chicago Stadium, cuando los Chicago Bulls todavía se lamentaban de la grave lesión de Michael Jordan.

Aquella noche a Manute Bol le tocaba medirse a Jawann Oldham, un pivot de 213 centímetros que estaba en el mejor año de su carrera profesional en la NBA.

El hecho es que ambos jugadores tuvieron algún encontronazo en la zona durante el partido, hasta que a escasos minutos para el final, en una jugada en la zona de los Bullets, Manute Bol sacó el codo impactando ligeramente con el pecho de Oldham, lo que desató un primer intercambio de puñetazos que acabó con Oldham por el suelo tras ser interceptado por el jugador de los Bullets, Dan Roundfield.

Tras un primer momento en el que parecía que se calmaban las aguas, se desató la tremenda tangana que hizo que ambos jugadores se enzarzaran por toda la cancha.

Os dejo el video de toda la secuencia:

 

Ambos jugadores fueron castigados por la NBA, Oldham con 1500 dólares y un partido de sanción y Manute Bol con 500 dólares, a lo que se añadió otra sanción de 250 dólares por ser expulsados del partido.

Aquel enfrentamiento demostró que el espigado y, aparentemente, frágil pivot sudanés, no se iba a dejar amedrentar por nadie y que el que quisiera enfrentarse a él, le iba a encontrar.

El propio Orlando Woolridge se quedó impresionado de la fuerza de Manute Bol, al cual le tuvieron que detener entre varios jugadores de los Bulls, el árbitro y algún compañero de los Bullets.

Está claro que la NBA no es un terreno propicio para jugadores blandos y Manute Bol, a pesar de su imagen, nunca se amilanó.

Protagonizó varios enfrentamientos más en la NBA como el sucedido con Bill Wennington y con Anthony Mason, pero ninguno de ellos llegó al nivel del de Oldham, aunque en el de Mason se jugó realmente el tipo porque le lanzó un puñetazo que no le llegó a impactar al jugador de los Knicks y que podría haber abierto la Caja de Pandora.

Lo que sin duda podemos afirmar es que Manute Bol fue un personaje muy especial… hasta en las peleas.

 

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