La provocadora nota de Barkley a Laimbeer
Si en una misma historia se mezclan a personajes como Charles Barkley y Bill Laimbeer, es muy probable que no estemos frente a un relato de paz, amor, fraternidad y espíritu deportivo. Si además, se le añade el componente de un contexto histórico, en el que Sir Charles vivía todavía en esa etapa de crispación personal y deportiva que marcó el inicio de su carrera en la NBA y que Bill Laimbeer, era parte esencial de los Bad Boys más exaltados, el resultado es como podréis imaginar una bomba de relojería.
En la década de los 80’s y en los 90’s, en la NBA los contactos y las peleas eran bastantes frecuentes. Aquel baloncesto, más físico que el actual, llevaba a que inevitablemente algún que otro jugador devolviera en forma de mandoble alguna defensa que sobrepasaba el límite de lo deportivo.
Los jugadores marcaban su territorio y lo hacían como fuera necesario, sin importar las consecuencias que se produjeran. Tan solo buscad en youtube las peleas que tuvo Michael Jordan o Larry Bird y las que han tenido Lebron James, Kevin Durant o Stephen Curry. La diferencia es muy representativa de lo que ha cambiado el baloncesto.
Con estos antecedentes, es muy fácil averiguar que una historia protagonizada por Barkley y Laimbeer y sus respectivos equipos, solo pudo acabar en una de las mayores batallas campales de la NBA.
Que Barkley y Laimbeer se engancharan en un lance de un partido era muy probable, pero aquel día fue diferente porque Sir Charles, según relató United Press International en un artículo de la época, le envío una provocadora nota antes del inicio del partido al de los Pistons.
El contenido de aquella misiva nunca ha sido desvelado, pero según relatan las fuentes citadas, los periodistas que presenciaron el momento en el que Barkley le dio la nota al recogepelotas para que se la llevara al vestuario a Laimbeer, pudieron ver que ponía algo acabado en «you» y que estaba firmado por «Charles».
De esta información, creo que se puede concluir que probablemente que en la nota no ponía «I Love you», quizás podría poner algo más provocador utilizando el verbo en inglés fu*k.
Aquel 19 de abril de 1990, los 76ers se jugaban ganar el Título de la Atlantic División en la cancha de los Pistons, el Palace de Auburn Hills, un escenario habitual de las fechorías de los Bad Boys.
El resultado fue un partido tenso, bronco y con varios conatos de pelea como el puñetazo fallido de Isiah Thomas que rozó a Ricky Mahorn (en aquel momento en los 76ers), mientras que este mantenía una sonrisa un tanto psicópata y que terminó con la expulsión del base de los de Detroit.
Finalmente, la carta bomba de Barkley a Bill Laimbeer terminó detonando cuando a falta de pocos segundos para el final del partido, Rick Mahorn terminó un contraataque de los 76ers y le dijo a algo a Dennis Rodman. En ese momento llegó Bill Laimbeer y tras atrapar el rebote, le dio con el balón en la cara a Mahorn.
A escasos metros estaba Charles Barkley, que no tardó en reaccionar frente a la provocación de Laimbeer, al cual primero empujó y luego empezó a desatar una tormenta de golpes.
El barullo fue total y una montaña de jugadores agarrándose y lanzándose por el suelo, se desplazó de lateral a lateral de la cancha, llegando incluso a llegar a la zona de aficionados.
Ambos jugadores acabaron expulsados y casi se llegaron a volver a enganchar en la puerta de los vestuarios. Bill Laimbeer acabó con un ojo a la virulé y Barkley un tanto magullado, pero con nada especialmente visible.
En el post partido, ambos jugadores se volvieron a dedicar lindezas a través de los medios de comunicación y Laimbeer, cuando fue preguntado respecto a lo que le dijo a Barkley cuando salía de la pista, declaró que: «Le pregunté por qué se había escapado» . Y respecto a lo que Barkley le contestó, contó: «No sé qué me dijo. Era ininteligible, así es básicamente como habla»
Por su parte, Barkley sacó su vis cómica en el vestuario y dejó las siguientes frases: «Gané dos títulos esta noche», dijo Barkley. «Me llevo el título de la División con mis compañeros y he mantenido mi indiscutible campeonato mundial de peso pesado».
También contó que Laimbeer le había dicho: «Te voy a buscar la próxima vez», a lo que añadió riendo: «Estoy temblando y realmente asustado. Supongo que será mejor que me vaya a casa y cierre la puerta «
La relación de Laimbeer y Barkley siempre fue mala, pero a partir de aquel momento, se convirtieron en enemigos irreconciliables.
De cualquier forma, jugadores como ellos, fueron los protagonistas de una época en la que el baloncesto hubiera sido otro muy diferente sin contar con jugadores de este carácter tan «especial»
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