El cuádruple doble que no quiso lograr Larry Bird
La carrera de un jugador del talento y la calidad de Larry Bird estuvo llena de grandes momentos deportivos. La gesta y lo extraordinario convivieron de forma cotidiana con el 33 de los Boston Celtics, pero incluso entre todos esos grandes momentos, hubo uno superlativo, uno sólo al alcance de un jugador tan especial como él.
Bird dominó con puño de hierro la NBA a mediados de los 80’s, siendo muestra de ello los tres MVP consecutivos que logró de 1984 a 1986.
En este periodo Larry Bird lideró a los Celtics a tres Finales consecutivas de la NBA (también sumaron una cuarta en 1987), sumando dos Títulos y un sinfín de reconocimientos y premios individuales, como ser miembro del mejor equipo de la NBA, a dos veces MVP de las Finales de la NBA.
Los reconocimientos deportivos al jugador nacido en West Baden Springs (Indiana) fueron permanentes y a la altura de un jugador histórico, por mucho que jugadores como Isiah Thomas no quisieran reconocer su extraordinario talento y su popularidad la vincularan a su color de piel.
Con todos estos méritos globales parece difícil poder destacar un partido concreto de aquella época de Larry Bird, pero el 18 de febrero de 1985, en pleno apogeo de su dominio en la liga, realizó una de las mejores actuaciones individuales de la historia de la NBA. Tanto fue así que prácticamente desdeñó la posibilidad de realizar un cuádruple doble.
Aquel día de febrero en el Salt Palace de Salt Lake City, Larry Bird consiguió en la victoria de los Celtics frente a los Utah Jazz, 30 puntos, 12 rebotes, 10 asistencias, 9 robos y 2 tapones.
Las estadísticas de por sí ya fueron extraordinarias, pero aún lo fueron más en la forma de conseguirlas.
Larry Bird tan sólo disputó 33 minutos de aquel partido quedándose en el banquillo todo el último cuarto del partido. K. C. Jones era en aquel momento el entrenador de los Celtics, y siendo conocedor de que tan sólo le faltaba un robo a Bird para lograr un histórico cuádruple doble le propuso volver a salir a jugar.
En aquel momento Larry Bird desdeñó la posibilidad de volver al partido con esta histórica frase: «Ya he hecho suficiente daño por hoy».
De esta forma el alero de los orgullosos verdes, declinó la firme posibilidad de convertirse en aquel momento en el segundo jugador en conseguir un cuádruple doble en la historia tras Nate Thurmond. De hecho, hubiera sido el primer cuádruple doble logrado en un partido sin prórroga ya que el de Thurmond tuvo un tiempo extra. Posteriormente llegaron los cuádruples dobles de Alvin Robertson, Hakeem Olajuwon y David Robinson.
El 18 de febrero de 1985 Larry Bird se quedó a un sólo robo del cuádruple doble y se convirtió en el jugador que en menos tiempo ha estado más cerca de lograrlo.
Aquel día Bird mostró nuevamente su grandeza ya que dio una muestra más de la importancia para su juego de lo colectivo y de lo accesorio de los números individuales.
Probablemente si el partido hubiera estado igualado en el marcador, Bird habría disputado ese último cuarto y habría firmado un histórico cuádruple doble.
Algunos jugadores son grandes haciendo hitos estadísticos, otros lo son incluso sin querer hacerlos. Ese es el caso de una leyenda como Larry Bird.