La apuesta vitalicia por Magic Johnson
Magic Johnson es uno de los jugadores más especiales de la historia del baloncesto. Sus 206 centímetros en movimiento sobre las canchas de la NBA, enamoraron a la inmensa mayoría de aficionados a este deporte pero, en particular, a Jerry Buss, el dueño de Los Angeles Lakers.
La conexión dentro y fuera de la cancha de ambos personajes se tradujo en una relación muy especial, tanto como para que se les viese juntos más tiempo fuera del entorno deportivo, que dentro de las instalaciones del equipo angelino.
Magic se convirtió en el eje central del proyecto deportivo, económico y social que quería impulsar Jerry Buss para devolver a los «púrpura y oro» al camino del éxito. De hecho, se generó un vínculo tan especial, que hizo que Buss pretendiese convertir a Magic Johnson en un «Laker» de por vida.
Para ello, Buss ideó simbolizar la unión entre la magia de Johnson y el glamour de sus Lakers con una oferta irrechazable, un contrato que le vincularía de forma vitalicia en lo deportivo y extradeportivo, al equipo de Los Angeles.
La oferta se produjo en 1981 y consistía en un contrato de 1 millón de dólares por temporada, durante 25 años, y que tendría efectos a partir de la temporada 1984-1985.
Para contextualizar la oferta, es importante recordar que, en ese momento en la NBA, tan solo cobraban 1 millón de dólares, jugadores tan consagrados como Kareem Abdul Jabbar y Moses Malone, ambos MVP de la competición.
Para Johnson, un chico de escasos recursos económicos de Michigan, la oferta fue simplemente irrechazable porque le aseguraba ser millonario incluso después de su retirada.
Jerry Buss explicó esta oferta tan extravagante como la forma de mostrar su confianza en Magic como jugador y, también, en el futuro de Johnson como posible entrenador o incluso como General Manager.
En sus propias palabras, como recoge una entrevista del 26 de junio de 1981 del New York Times: “Magic es un chico brillante y planeo convertirlo en mi protegido, enseñarle el aspecto comercial de los deportes. Me doy cuenta de que este es un contrato muy inusual porque estamos hablando de un chico cuya clase universitaria acaba de graduarse. Pero todo se reduce a que Magic es parte de la familia”.
Como es conocido la «visión nostradamica» de Jerry Buss, se terminaría convirtiendo en realidad con el paso del tiempo y Magic terminó siendo entrenador de los Lakers, aunque de forma muy esporádica en 1994 y General Manager de 2017 a 2019, aunque lo que nunca pudo suponer es que le base de los Lakers del inolvidable Showtime, no jugaría durante la gran mayoría de tiempo de ese histórico contrato.
El 7 de noviembre de 1991 Magic Johnson anunció que era portador del VIH, poniendo fin a su carrera deportiva de forma prematura, aunque tuvo un breve regreso a las canchas en la temporada 1995-1996.
El contrato de Magic siguió en vigor y terminó de recibir el millón de dólares en la temporada 2009-2010, es decir, 25 años después de su comienzo en 1984.
Curiosamente, en esos años, el contrato de Magic fue parte de la masa salarial de los Lakers y cobró más dinero que algunos de los jugadores que formaron las plantillas de los campeonatos de 2000, 2001, 2002, 2009 y 2010.
De esta forma, Jerry Buss consiguió que uno de los jugadores más importantes de la historia del baloncesto, formara parte para siempre de la familia de Los Angeles Lakers, aunque no fuera en lo estrictamente deportivo debido a la inesperada retirada de Magic.
Sea como sea, la apuesta vitalicia por el inolvidable base fue muy rentable para la franquicia angelina, porque hizo que la imagen del Magic Johnson jugador, nunca se separara de la refulgente camiseta «púrpura y oro» de Los Angeles Lakers.
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