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La historia de los Fab Five de la NCAA… un castigo mucho mayor que el pecado

Llevo tiempo con ganas de escribir sobre el tema de los Fab Five (Fabulous Five) de la Universidad de Michigan y ahora que estamos finalizando otro March Madness creo que es buen momento para recordar aquella historia… a aquellos jugadores y quizás, a ver con cierta perspectiva que fue lo que pasó con aquel grupo de jugadores que la doble moral de la Universidad de Michigan y de la NCAA les han querido condenar al olvido pero que la historia y los aficionados siempre les tendrán en el recuerdo porque ellos fueron un punto de inflexión en el baloncesto universitario.
He estado leyendo varios artículos sobre el tema (alguno de ellos muy bueno) y creo que para comprender bien lo que pasó con los Fab Five hay que contextualizar la situación del baloncesto universitario y concretamente de la Universidad de Michigan.
Grosso modo en el baloncesto universitario la financiación de los benefactores de los programas deportivos universitarios no puede ir dirigida directamente al jugador, es decir, los jugadores no pueden cobrar por jugar en una universidad. Esto implica que el dinero de los promotores de los proyectos deportivos en las universidades va dirigido a las arcas directamente de la universidad. Los jugadores no ven un dolar… en teoría… ya que eso acabaría con el concepto de deporte amateur (No Profesional).
Esto hace que los jugadores (en teoría) a la hora de elegir su futuro universitario valoren los programas de estudios y de deportes en una situación de ecuanimidad entre las diferentes universidades sin el factor desequilibrante económico y sin el papel de los mecenas altruistas.
Sentado lo anterior, podemos empezar a ver la situación de la Universidad de Michigan que en el año 1989 de la mano de un Glen Rice MVP y de un recién llegado al banquillo Steve Fisher se llevaban el campeonato de la NCAA frente a Seton Hall en un duro partido que acabó tras una prórroga 80-79.
Tras ese año de éxito y tras la marcha a la NBA de Glen Rice en el Draft de 1989 la Universidad de Michigan entró en un camino desértico en cuanto a juego y resultados deportivos hasta que en el año 1992 se hicieron con un par de jóvenes jugadores de Detroit Chris Webber y Jalen Rose y con otros tres de otros puntos del país Juwan Howard, Jimmy King y Ray Jackson.

Estos datos podrían sonar a una cierta normalidad, pero la característica de aquel grupo era que cuatro de ellos habían sido All American el año anterior y estaban rankeados entre los 10 mejores jugadores de instituto de aquel año.

Aquella camada con la que se acababan de hacer los Wolverines de la Universidad de Michigan era en aquel momento la mayor captación de talento deportivo en una sola temporada en la historia de la NCAA y el futuro germen de los Fab Five.

Fab Five

3 comentarios en «La historia de los Fab Five de la NCAA… un castigo mucho mayor que el pecado»

  • La liga universitaria siempre ha funcionado asi. No estoy de acuerdo cuando dices que todos ganan mucho dinero menos los jugadores que son completamente amateurs. Los jugadores tienen un escaparate mediatico desorbitado y el premio final si son elegidos en el draft que no esta nada mal. Reciben primero de todo una formacion universitaria si es que quieren aprovecharla y aparte claro, la formacion deportiva. El dinero que reciben las Universidades de la television imagino que sirve para mejorar instalacions y programas deportivos y educativos. Esto ultimo me lo imagino, pero suena que sera lo mas logico.

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  • Te felicito ,que buen blog tienes !!!!!, deberias dejar tu enlace de vez en cuando por las noticias de marca nba, sin duda mucha gente aprenderia mucho contigo sobre baloncesto y sobre nba

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