Los jugadores mutilados de la NBA
Probablemente el nombre de este artículo sea uno de los que suene más extraño de los que he escrito en los más de 5 años que llevo editando las páginas webs. Hablar de jugador mutilados más allá de un constatar un hecho físico indubitado, pretende poner en valor la dificultad añadida de estos jugadores en practicar el baloncesto al más alto nivel competitivo.
Si ya de por sí estando en condiciones óptimas es muy complicado triunfar en la NBA, si además tienes unas características físicas especiales lo es aun más. Tiene mucho valor que un jugador llegue a la cima del baloncesto con alguna carencia física, tanto por el aspecto meramente físico, como también por el psicológico.
El hecho es que ha habido jugadores en la historia de la NBA que han jugado en la competición faltándoles algunas falanges de los dedos, ya bien fuera por lesiones deportivas, o por experiencias ajenas y previas al baloncesto.
Curiosamente, y tras años de no haber ningún jugador con esta particularidad, en los últimos tiempos en la NBA han llegado a coincidir dos al mismo tiempo.
Davis Bertans y Gerald Green son los dos jugadores mutilados en sus dedos de la NBA.
El primero de ellos Davis Bertans, perdió el dedo anular de su mano derecha cortando madera con su abuelo en su Letonia natal. En aquel momento el jugador de 208 cm contaba con tan sólo 13 años.
Por su parte, la historia de la perdida del mismo dedo de la mano derecha de Gerald Green, sí que fue jugando al baloncesto.
Al realizar un mate en una canasta que tenía en su casa colgada en una puerta, un clavo engancho el anillo de su madre que llevaba en ese dedo y prácticamente le arrancó el dedo, quedando como única solución cortarlo perdiendo las dos falanges superiores.
A pesar de haber perdido parte de un dedo haciendo un mate, Green nunca ha tenido miedo a seguir volando para continuar destrozando los aros rivales. De hecho, se le conoce como el levitador por su espectacular potencia de salto que le ha permitido incluso pasar la cabeza por encima del aro.
Dos grandes jugadores, sin ninguna limitación deportiva.