Más robos en un partido en la historia de la NBA
En Baloncesto la acción del robo de balón suele ocurrir por anticipación defensiva o bien por la práctica de una buena defensa directa sobre el balón.
El buen ladrón de balones suele ser un jugador instintivo, rápido, de brazos largos y con un gran conocimiento del timing del juego ya que en múltiples ocasiones el robo se produce al anticipar el movimiento defensivo.
Quizás sea el robo de balón valor estadístico más complicado de lograr incluso más que los tapones.
Como muestra de esa dificultad muy pocos hombres en la historia han llegado a conseguir alcanzar el doble dígito en los robos.
De hecho de los cuatro cuádruples dobles que se han conseguido en la historia de la NBA tres han sido conseguidos con puntos, rebotes, asistencias y tapones y sólo uno de ellos con robos en vez de con tapones.
Uno de los grandes especialistas en activo es el base de Los Angeles Clippers, Chris Paul, que ha sido el máximo ladrón de balones en la NBA en 6 ocasiones pero el record de balones interceptados en un sólo partido lo tienen otros hombres.
Digo hombres porque en este caso el tope histórico lo mantienen dos jugadores empatados:
LARRY KENON
Kenon con 11 balones robados en un sólo partido logrado el 26 de diciembre de 1976 con los San Antonio Spurs es uno de los hombres del record.
KENDALL GILL
Del mismo modo con 11 balones interceptados conseguido el 31 de abril de 1999 con los New Jersey Nets está Kendall Gill
Ambos jugadores entraron en la historia de la NBA al lograr un número de robos que sorprendentemente nunca se ha llegado a superar.
De hecho grandes ladrones de balones como Michael Jordan, Clyde Drexler, Mookie Blaylock, Fat Lever, Ron Harper o especialmente Alvin Robertson llegaron a alcanzar la decena de robos pero nunca a superar los datos de Kennon y Gill.
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