El renacer fallido de Dennis Rodman en los Spurs
Uno de los momentos más importantes de la carrera del controvertido Dennis Rodman, llegó cuando finalizó su etapa con los Detroit Pistons en la temporada 1992-1993 y se incorporó a los San Antonio Spurs.
Aquella época con los Bad Boys de Isiah Thomas y Joe Dumars le sirvió para hacerse con los dos primeros anillos de su carrera y para convertirse en uno de los nombres más conocidos de la NBA, llegando incluso a ser nombrado dos veces All Star.
Rodman ya se había ganado el cartel de gran defensor y de excepcional reboteador, pero todavía no se había convertido en la gran estrella mediática que terminó siendo tiempo más tarde.
Su salida de los Detroit Pistons llegó en el momento de descomposición de los inolvidables Bad Boys influenciada, sobre todo, por la marcha de un hombre clave en la carrera de «El gusano», nos referimos al entrenador Chuck Daly.
La falta de un referente en el banquillo que supiera ubicar y controlar su cabeza en el juego, más sus problemas personales que le llevaron al divorcio con su primera mujer y a coquetear con el suicidio, facilitaron que un jugador con la estirpe de hombre de equipo fuera traspasado el 1 de octubre de 1993 a los Spurs, en una operación que incluyó a diversos jugadores.
Dennis Rodman llegaba a San Antonio para sumar carácter ganador a un equipo con una super estrella del nivel y el talante de David Robinson, todo un caballero de la NAVY, pero aquella etapa no acabó nada bien y dos años más tarde, el equipo tejano, le terminó traspasando a los Chicago Bulls por Will Perdue, un pívot sólido, pero de escaso valor en lo ofensivo y en lo defensivo.
La realidad es que los problemas con Dennis Rodman comenzaron desde el primer día en el equipo y terminaron haciendo que Gregg Popovich, el General Manager de la época, le buscara una rápida salida, a pesar de que los Spurs llegaron a Finales de Conferencia.
Como muestra del Rodman que llegó a los Spurs, en su primer partido con el equipo lució su primer corte de pelo extravagante, haciendo honor a un extraño personaje de película que le había impactado en gran medida.
Ese antihéroe era Simon Phoenix, el criminal malvado y caótico que interpretó Wesley Snipes en Demolition Man, la famosa película coprotagonizada con Sylvester Stallone.
Rodman debutó con los de San Antonio con media cabeza afeitada y teñida de rubio platino, como el conocido personaje cinematográfico, lo cual se convirtió a partir de ese momento en su carrera en una constante ya que también se hizo especialmente famoso por lucir looks capilares de lo más variopintos.
Estaba naciendo un personaje que llegó a atraer a la mismísima Madonna, que se desvivió por conocer al estrafalario nuevo Dennis Rodman.
El nacimiento de ese personaje mediático, también influyó irremediablemente en lo deportivo y se creó un ambiente muy poco propicio para el éxito.
Como muestra de todo lo que se debió de vivir entre bambalinas en la etapa de los Spurs, el propio Rodman dejó las siguientes perlas en su libro «Bad as I wanna be» de 1996.
«San Antonio podría ser más un equipo de baloncesto si David Robinson no se congelara cada vez que juegan un gran partido».
Así empezaban algunas de sus críticas más duras contra el líder de los de San Antonio, que consiguió ser nombrado MVP de la liga en 1995, el segundo y último año de Rodman con los Spurs.
Los reproches contra El Almirante siguieron en la siguiente linea:
«Ahora supongo que David piensa que es un equipo de baloncesto de nuevo porque tiene a Will Perdue. Será la suma perfecta para el ambiente blanco conservador de San Antonio».
También fue objeto de crítica Chuck Person, que se alegró públicamente de la marcha de Rodman, del que dijo:
«La opinión de un jugador como Person, que ni defiende, ni trabaja en el rebote, no vale nada»
A Popovich también le dio lo suyo y dijo de él que pretendía pasar a la historia como «el tipo que domó a Dennis Rodman» y que no lo consiguió. Además, también añadió «El Sr. Militar me iba a convertir en un buen niño, un buen soldado».
Obviamente, aquellos comentarios de Rodman fueron en 1996, cuando todavía Popovich no había ni comenzado los auténticos motivos que sí que le harían pasar a la historia, ser uno de los mejores entrenadores de todos los tiempos.
Por su parte, David Robinson, también alimentó la polémica al decir en una entrevista en Sports Illustrated lo siguiente sobre el paso de Rodman por los Spurs.
«Fue como un zoológico el año pasado. Ahora podremos centrarnos en el baloncesto. No habrá nada de esa otra basura. Todos están aliviados»
Con el paso del tiempo, las posiciones de ambos jugadores han seguido estando enconadas en su rechazo mutuo y se han lanzado perlas como estas de Robinson a Rodman:
«Dennis es un tipo complicado. Creo que debido a sus antecedentes, no siempre sabe cómo expresarse. Es un tipo fácil de apreciar porque tiene un buen corazón. Quiere jugar duro, quiere hacer las cosas correctas, pero en lo que respecta a un equipo, fue muy destructivo para la perspectiva de la unidad. No había nada que pudieras hacer para que saliera de su zona de confort».
Por su parte Rodman recordó de su pasó por San Antonio:
«No les gusté allí… en San Antonio, tienes que ir a la iglesia y ser como David Robinson. Yo estaba como ‘bien’. Así que voy a teñirme el pelo y usar ropa de mujer y cosas así. A ellos tampoco les gustó eso»
Analizando aquella situación con la ventaja de conocer el futuro que terminó aconteciendo, probablemente aquel jugador y aquel equipo fueron la peor combinación posible tanto para el jugador en el que se estaba convirtiendo Rodman, como para el equipo que quería construir Popovich.
Rodman terminó en unos Chicago Bulls donde tan solo le necesitaban para hacer su trabajo en la cancha y le dieron manga ancha en su vida extradeportiva y Popovich consiguió construir en torno a David Robinson, con la llegada de un jugador del perfil de Tim Duncan, un equipo ganador donde primaba el colectivo.
Uno sumó tres anillos más con los Chicago Bulls de Jordan, Pippen y Phil Jackson y los Spurs sumaron dos anillos con Robinson, Duncan y Popovich.
No es fácil conseguir la fórmula del éxito y la variable de Dennis Rodman no encajó en todas las ecuaciones.
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