Allen Iverson del correccional al Hall of Fame
Hace unos días que se anunció que Allen Iverson junto a otros grandes jugadores como Shaquille O’Neal o Yao Ming iba a pasar a formar parte del Olimpo del baloncesto ya que ha sido elegido para ser incluido en el prestigioso Hall of Fame (Salón de la fama del baloncesto) donde pasara a engrosar la lista de jugadores míticos y legendarios que han escrito las mejores páginas de la historia de este deporte.
La figura de Allen Iverson merecía sin duda ese reconocimiento porque pocos jugadores a lo largo de la historia han hecho tanto con tan poco a nivel físico como lo que la naturaleza le ha dado a Allen Iverson para crear baloncesto.
Con sus apenas 1.83 cm Iverson fue capaz de dominar a base de talento puro la mejor liga de baloncesto del mundo y de llevar a unos Philadelphia 76ers de perfil medio como equipo a unas finales de la NBA quedándose finalmente a las puertas de ganar su merecido anillo de Campeón de la liga por la aparición de unos Lakers de Shaq y Kobe que estaban destinados a ser uno de los mejores equipos de la historia.
Iverson en sus mejores momentos era simplemente eléctrico con un fantástico crossover y un instinto ofensivo de auténtico killer que a día de hoy le mantiene como uno de los mejores anotadores de la historia de la NBA. Llevó el playground a la NBA.
Pero todo esto que pasó pudo no haber pasado nunca ya que Allen Iverson estuvo a punto de truncar su carrera por un incidente en 1993 que le llevó directamente al correccional.
El 14 de febrero de 1993 cuando Allen Iverson ya era una auténtica estrella deportiva tanto en Baloncesto como en Futbol Americano en el Instituto Bethel de su localidad natal en Hampton (Virginia) tuvo un altercado en una bolera que estuvo a punto de acabar con su carrera deportiva e incluso con su vida personal.
Aquel día hubo una pelea en una bolera de la localidad donde se enfrentaron un grupo de chicos blancos con un grupo de chicos negros que según cuenta la historia estaban generando mucho alboroto en el local.
En aquella pelea Iverson fue detenido y acusado de golpear a una chica blanca con una silla en la cabeza. Aquel hecho hizo que Iverson fuera juzgado a pesar de tener sólo 17 años como una persona mayor de edad y fue condenado a 5 años de prisión y 10 de suspensión.
Iverson siempre mantuvo su inocencia y defendió que el nunca había participado en aquella pelea.
Después de pasar 4 meses en el correccional de Newport News el gobernador de Virginia Douglas Wilder le concedió el indulto y finalmente la Corte de Apelación del estado de Virginia revocó la condena.
Durante el periodo de estancia en el correccional la madre de Iverson convenció al entrenador John Thompson de la Universidad de Georgetown para que le ofrecieran una oportunidad mediante una beca deportiva.
Thompson le ofreció una oportunidad en su programa deportivo a Iverson siempre y cuando este se comprometiera a tener un comportamiento ejemplar y de esta forma el pequeño jugador de Hampton formó parte de una de las mejores universidades del país desde donde luego dio el salto a la NBA ya en 1997 como número 1 del uno de los mejores Draft de la historia (1996).
Hasta aquí la historia que cuenta la propia historia pero después de escribir este artículo no quiero dejar de opinar al respecto porque creo que subyace una intrahistoria en este relato.
Probablemente The Answer no fuera un chaval ejemplar en su juventud como tampoco lo fue en su madurez con múltiples problemas personales que al final tuvieron su reflejo en su vida deportiva y lo que pasó en 1993 en otras condiciones y en un estado como Virginia habría dado con los huesos de Iverson en la cárcel, pero Iverson ya era una estrella deportiva y eso en Estados Unidos es capaz de cambiar muchas cosas.
En mi opinión si Iverson no hubiera sido el fenómeno deportivo que era, probablemente el gobernador del Estado de Virginia no le habría indultado y la corte de Apelación del Estado revocado su condena antes de su llegada a la NBA.
Del mismo modo Jason Thompson nunca le habría dado la oportunidad de entrar en Georgetown.
Allen Iverson le ha dado mucho al baloncesto pero sin lugar a duda el baloncesto también se lo ha devuelto en forma de oportunidades que otros muchos nunca llegaron a tener.
Sólo quizás su mala cabeza en determinados momentos de su carrera (sobre todo en la parte final) impidió triunfar incluso aún más a uno de los mayores talentos que han pisado una cancha de baloncesto en la NBA.
Con sus sólo 183 centímetros llegó a ser el mejor jugador del momento de una liga en la que vivían hombres como Michael Jordan o Kobe Bryant…
Este artículo forma parte del libro Curiosidades e historias de las 1000 y una noches de la NBA (Volumen I) disponible en Amazon
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