El inesperado estirón de Gordon Hayward
Gordon Hayward siempre ha sido un gran atleta a lo largo de su vida. De hecho sus primeros pasos en el mundo del deporte fueron destinados a practicar otra disciplina deportiva más allá del Baloncesto.
Hayward era un gran jugador de tenis en su etapa junior y era una de las grandes promesas de dicho deporte en el Estado de Indiana.
Llegó a jugar varios torneos con su hermana gemela en modalidad mixta aunque su gran pasión siempre fue el basket y su jugador favorito Manu Ginobili.
Cuando llego al primer año de High School apenas medía 1.80 cm y nada parecía apuntar que fuera a crecer mucho más ya que su padre estaba en 1.78 cm y su madre todavía era más baja.
En ese momento Hayward estuvo a punto de dejar el baloncesto y decantarse por el tenis porque realmente como él ha reconocido en alguna entrevista posterior «pensar en jugar en la Universidad con esa altura no era realista«.
Aún así y como ya sabéis madre no hay más que una y la suya le animó a que si le gustaba tanto el baloncesto que siguiera un año más ya que siempre podría cambiar un año más tarde.
Ese año fue el del gran estirón inesparado de Gordon Hayward ya que pasó de su 1.80 a 1.93 en el primer año y ya en el segundo año en el Instituto a 2.00 metros.
Antes de abandonar el Instituto Hayward ganó algo más de altura y se fue a los 2.03 cm.
Su altura y su baloncesto le hicieron llegar hasta 3 grandes ofertas de Universidades que querían reclutarle para sus programas deportivos de baloncesto.
Finalmente la universidad de Butler fue la elegida y allí pasó dos años más jugando un gran baloncesto hasta decidir dar el salto a la NBA siendo elegido en el Draft de 2010 en novena posición.
Los Jazz seleccionaron a un joven prometedor alero de 2.03 que tan sólo unos años antes estuvo a punto de dejar el baloncesto pero quien sabe… igual hubiera nacido una gran estrella de Tenis de la cual ahora mismo estaríamos también hablando de sus retos frente a Federer, Djokovic o Nadal.
Caprichos del destino.