Jeff Ruland… del todo a la nada en la NBA
Probablemente cuando los Golden State Warriors seleccionaron en la posición número 25 (2ª Ronda de la época) del draft de 1980 a un pivot de corte tosco en lo físico de la Universidad de Iona nunca pudieron pensar que llegaría a jugar al nivel que llegó a hacerlo. Aquel hombre era Jeff Ruland.
A pesar de esa imagen de pivot fajador, Ruland tenía una gran visión de juego y un talento innato para el rebote y el ataque.
Su solvencia en el juego le hacía parecer casi indiferente e indolente sobre la pista pero sus números delataban su calidad.
Su llegada a la NBA no fue directamente tras el Draft sino que pasó un año por Europa, concretamente por el Barcelona donde dejó un sabor de boca agridulce. Buen nivel de juego pero 0 adaptación a su entorno.
Tras la aventura europea volvió a la NBA pero ya no a los Warriors, sino a los Washington Bullets de la época donde debutó en la liga a un gran nivel.
En su año de Rookie llegó a promediar 14.4 puntos y 9.3 rebotes por partido y formó parte del quinteto de Rookies del año pero el premio de Rookie del año se lo llevó Buck Williams.
A partir de ahí el pivot de los Bullets no paró de crecer en su nivel de juego.
Como muestra del nivel que llegó a alcanzar Jeff Ruland se convirtió 2 años consecutivos 1984 y 1985 en All Star.
El dato de llegar a ser All Star le coloca entre las estrellas de la liga pero el que muestra realmente el nivel que llegó a alcanzar fue el de sus Premios a mejor jugador del Mes.
Jeff Ruland se llevó el Premio en dos ocasiones Marzo y Diciembre de 1983.
Quizás no parezca un dato muy relevante pero hay que recordar que en aquella época el Premio a Jugador del Mes era único en la liga, es decir, no había diferencias entre conferencias y además que en aquella época coexistió con estrellas del nivel de Magic Johnson, Larry Bird, Moses Malone, Kareem Abdul Jabbar o Julius Erving.
En sus mejores años su equipo nunca pudo pasar de la primera ronda de Playoffs al cruzarse con los todopoderosos Celtics de Bird y con los 76ers de Malone, Erving y compañía.
Cuando ya era considerado uno de los mejores pivots de la liga con tan sólo 27 años sufrió una grave lesión en el pie al romperse un hueso y ahí prácticamente su carrera se fue a pique.
Nunca llegó a recuperarse físicamente de las lesiones en el pie y el gran pivot que llegó a ser, no puedo ser todavía mejor.
El deporte así es de cruel a veces…