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La encuesta que enfureció a Shaq

Uno de los mayores problemas que puede tener una super estrella del deporte es, sin lugar a duda, la gestión de su ego. Debe ser extremadamente complicado gestionar mentalmente el hecho de ser idolatrado un día y pasar rápidamente a ser repudiado, en función del amor u odio del público, según le acompañen los éxitos y fracasos deportivos. Además, si a esto le sumas que el jugador tenga una personalidad compleja (digámoslo así) como la de Shaq, el resultado puede ser explosivo.

Es conocido que Shaquille O’Neal fue, ha sido y es ,uno de los grandes personajes de la historia de la NBA. Entre sus méritos están sus grandes actuaciones dentro de la cancha y, también, sus múltiples particulares apariciones y declaraciones en momentos fuera de lo estrictamente deportivo.

O’Neal ha dejado un legado sin igual que le ha llevado desde el mundo de la música, pasando por el cine, el wrestling o a su papel actual de comentarista deportivo.

Desde que llegó a la NBA en 1992 empezó a construir su historia en la mejor liga de baloncesto del mundo y, a día de hoy, sigue siendo considerado como uno de los mejores y más determinantes jugadores de todos los tiempos.

Rookie del año, 14 veces All Star, 4 anillos, 2 veces máximo anotador, 3 MVP de las finales, 3 MVP del All Star y el MVP de temporada regular del año 2000 son los principales méritos que le han llevado a ser miembro del Hall of Fame.

Todos esos éxitos los logró, en mayor o menor medida, en su paso por los seis equipos en los que jugó en la competición estadounidense, pero si hubo un momento clave en su carrera deportiva, en cuanto al equipo para el que prestaba sus servicios, fue en el cambio de Orlando a Los Angeles.

Shaq y David Stern
O’Neal y el Comisionado David Stern el día del Draft

La carrera de Shaq en la NBA, comenzó tras ser elegido en 1992 por los Orlando Magic como flamante número 1 del Draft.

La franquicia se había fundado en 1989 y su historia se limitaba a tres temporadas sin haber llegado a pisar los playoffs.

Shaq llegaba con el objetivo de ser el pilar sobre el que la franquicia de Florida construyera su futuro y, desde su primer año con la camiseta de los Magic, empezó a demostrar su valor ganando el Rookie del año y llevando a su equipo, por primera vez, a tener un balance no negativo de temporada regular al acabar con 41 victorias y 41 derrotas.

El salto de calidad de los Orlando Magic se produjo al año siguiente, tras tener la oportunidad de repetir en la elección del número 1 del draft.

Hicieron una jugada que nunca sabremos si realmente fue la más acertada, pero traspasaron a Chris Webber, su número 1 del draft, por el número tres de aquel mismo año, Penny Hardaway, junto con tres futuras elecciones de primera ronda de 1996, 1998 y 2000.

Ya juntos O’Neal y Hardaway, los Magic dieron un gran salto de calidad que les llevó a sus primeros playoffs en 1994, a las Finales de la NBA en 1995 eliminando a los Bulls de un Jordan a medio gas y, a la Finales de Conferencia en 1996, donde fueron barridos por His Airness en modo vendetta por el año anterior.

O'Neal defendiendo a Jordan
O’Neal defendiendo a Michael Jordan

Tras la decepción de aquella serie de 1996 frente a los Chicago Bulls, O’Neal se convirtió en agente libre y tenía que decidir cual iba a ser su futuro. En aquel momento, contaba con apenas 23 años y tenía toda su carrera por delante.

Shaq ya era considerado como uno de los mejores jugadores de la liga y, en aquel verano, había sido elegido para formar parte del llamado Dream Team II para jugar los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 que comenzaban el 20 de julio de aquel año.

Un agente libre de su calidad en el mercado, despertó el interés de muchos de los equipos de la NBA y su nombre no dejó de sonar en los medios de comunicación durante todo aquel verano.

Poco se sabía de la decisión de Shaquille en aquellos días, pero sonaban varios equipos como posibles destinos del pivot formado en Louisiana State.

El que parecía que tenía más posibilidades para hacerse con sus servicios, era su anterior equipo, los Orlando Magic, ya que sus años en Florida habían sido realmente buenos en cuanto a resultados, tenía a su lado a una estrella del nivel de Penny Hardaway y la ciudad de Orlando no era un lugar precisamente malo para tener una vida tan activa en lo social como la que tenía Shaq.

El problema con los Magic es que le estaban valorando a la baja, según el criterio del propio O’Neal ya que, la oferta inicial que le habían hecho para renovar y no llegar a ser agente libre, se había quedado muy lejos de las pretensiones del pivot.

Shaquille quería un contrato largo y por más de 100 millones de dólares y los Magic le habían ofrecido 54 millones por renovar 4 temporadas.

Así se llegó a uno de los momentos que pudo ser clave en la decisión de Shaq ya que, el Orlando Sentinel, uno de los mayores periódicos locales de la ciudad, decidió hacer una encuesta el 15 de julio de 1996 para que, los aficionados de los Magic, votaran si apoyaban firmar al jugador por 7 temporadas y 115 millones de dólares.

Recortes de la encuesta y del resultado del Orlando Sentinel
Recortes de la encuesta y del resultado del Orlando Sentinel

El resultado de aquella encuesta telefónica fue simplemente abrumador, ya que, de las 5.111 llamadas que se recibieron, 4.668 votaron que no y tan solo 443 que sí.

En términos porcentuales, esto significó que un 91,3 % de los aficionados de los Magic que votaron, dijeron que no merecía la pena firmar con O’Neal el mayor contrato de la historia del baloncesto hasta aquel momento y, apenas un 8,7%, sí que lo merecía.

Este hecho que pudo ser meramente anecdótico, tuvo su puesta en valor y su importancia un par de días más tarde, el 17 de julio, cuando Charles Barkley y Anfernee Hardaway, también miembros del equipo olímpico de 1996, fueron preguntados sobre el resultado de la controvertida encuesta.

Primero Barkley dijo: “Se van a arrepentir mañana a esta hora, porque van a ser unos idiotas. Lo van a extrañar”. Posteriormente afirmó que no iba a volver a firmar por los Magic.

Tras las declaraciones de Sir Charles, las preguntas se dirigieron a Hardaway, su compañero de equipos hasta días antes, a lo que respondió respecto a las declaraciones de Barkley:

“Tal vez le dijo algo a Charles, no lo sé. Charles me dijo lo mismo, pero Shaq no me ha dicho nada. Lo único que puedo decir es lo mucho que lo necesitamos y que quiero terminar mi carrera aquí en Orlando con él”

Al día siguiente, el 18 de julio de 1996, Shaquille O’Neal y Los Angeles Lakers llegaron a un acuerdo por 7 años y 120 millones de dólares.

Shaq con Jerry West
Shaq con Jerry West en su presentación con los Lakers

Los Lakers, no estaban en su mejor momento y todavía se recuperaban del shock de la retirada prematura de Magic Johnson, a pesar de haber disfrutado del excepcional base en algunos partidos de aquella temporada 1996.

La franquicia de California estaba en plena reconstrucción con jóvenes talentos como Eddie Jones y Nick Van Exel y decidieron realizar la misma formula del éxito que consiguieron con Wilt Chamberlain y Kareem Abdul Jabbar, fichar al pivot más dominante de la liga.

O’Neal eligió el número 34 porque el 32 que llevó en los Magic y el 33, que llevó en la Universidad, estaban ya retirados en honor de Magic y Kareem respectivamente. Además, como dijo en la rueda de prensa de su decisión aquel día 18 de julio, le dedicó la elección del 34 a su padrastro porque es el número que llevó en el ejército. Dijo: “Si lo está viendo, este es para usted, sargento”.

Nunca se sabrá realmente que peso tuvo en la decisión de Shaq aquella encuesta del Orlando Sentinel, pero seguramente fue el detonante inmediato de algo que ya estaba decidido y que Barkley sabía con antelación.

Los Angeles Lakers le deseaban y le necesitaban y los Orlando Magic no valoraban su potencial, tanto a nivel ejecutivo, como a nivel de su propio público, lo cual seguramente no le sentó nada bien a un tío que decía de sí mismo:

“Voy a volver a ser el Shaq de siempre. El último año estuve normal, fui un terrícola más. Tengo que volver a mis raíces alienígenas”

El resultado de aquello fueron tres anillos para los Lakers y no volver a unas Finales de la NBA hasta 2009 para los Magic, curiosamente frente a los propios púrpura y oro, que les vencieron por un solvente 4 a 1.

Shaq Campeón con los Lakers y MVP de las Finales
Shaq Campeón con los Lakers y MVP de las Finales

Años más tarde y, seguramente con cierta sorna, respecto a lo que le pasó años antes con los Orlando Magic, Shaq dijo:

“Estoy deseando firmar mi próxima ampliación de contrato: 2 años, 200 millones de dólares”

Puede parecer su enésima locura, pero en una mente como la de Shaquille O’Neal, todo es posible, al menos, para él mismo.

 

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