La otra cara de Rasheed Wallace
Uno de los grandes personajes de la NBA de finales de los 90’s y principios del siglo XXI fue sin lugar a duda Rasheed Wallace. En ocasiones la carrera de Sheed se vio mediatizada por su faceta de jugador controvertido y con un carácter digamos que difícil.
Ser miembro de los Jail Blazers y de los Pistons de la famosa pelea que avergonzó a la NBA en 2004 entre los Pistons y los Pacers no le ayudó a ser considerado como un jugador fácil de controlar dentro y fuera de las canchas de baloncesto.
Si a esto le añadimos su guerra personal con los árbitros de la NBA y su record digamos que no muy popular de ser el hombre con más técnicas pitadas en una temporada en la NBA pues terminamos de construir un perfil de jugador bastante controvertido y difícil de controlar pero hubo otro Rasheed Wallace.
El Wallace jugador fue uno de los primeros ala pivots perfil Siglo XXI.
Con sus 2.08 cm y su gran movilidad se convirtió en un jugador muy difícil de defender ya que su juego era más propio de un jugador exterior que de perfil interior.
A esa calidad y movilidad sumó un tiro exterior con gran nivel de acierto.
A partir de la mitad de su carrera su tiro de tres puntos se convirtió en una herramienta desestabilizadora de cualquier defensa en la NBA.
Rasheed Wallace fue la pieza clave de los Pistons Campeones en el año 2004.
Fue el elemento que consiguió subir de nivel a los Pistons y se convirtió en fundamental tanto en el Título de 2004 donde superaron a los Lakers del Big Four de Shaq, Kobe, Malone y Payton como en la temporada 2005 cuando se quedaron a las puertas de su segundo Título al caer en las Finales de la NBA por 4 a 3 frente a los Spurs.
Además de ser un jugador de gran calidad, Wallace también tuvo destellos de ser tener un lado personal no tan controvertido.
Tras convertirse en Campeón en 2004 decidió homenajear a su hermano fallecido.
Lo hizo cambiando su número 30 por el número 36.
Ese número 36 representaba la edad a la que su hermano perdió la vida.
Quizás Rasheed Wallace no fuera tan él mismo como nos hizo parecer… o quizás si…
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