Howie Dallmar el primer héroe de las Finales NBA
Para construir una historia llena de actuaciones épicas y legendarias, la NBA ha necesitado a jugadores capaces de realizar actuaciones extraordinarias. Entre todas ellas hubo una que fue la primera, la actuación de Howie Dallmar en la primeras Finales de la NBA.
La liga acababa de comenzar en la temporada 1946-1947 bajo el formato BAA ( Basketball Association of America) y tan sólo la componían 11 equipos, 6 en la División Este y 5 en la División Oeste.
De aquellos 11 equipos de la competición, se clasificaron 6 para los Playoffs para el Título que se disputaron en un formato muy diferente a la actualidad.
Como resultado final del cuadro de Playoffs llegaron a las Finales los Philadelphia Warriors y los Chicago Stags.
La Final se disputó al mejor de 7 partidos, es decir, al primero que ganara 4 partidos en una potencial serie máxima de 7 partidos, pero finalmente en el quinto partido los Philadelphia Warriors se llevaron el 22 de abril de 1947 el honor de ser los primeros campeones de la NBA.
En aquel igualado partido surgió la figura de un hombre inesperado, la figura de un jugador que en palabras de su propio entrenador Edward Gottlieb «Nadie esperaba que jugara»
Ese hombre fue Howie Dallmar, el primer héroe de las Finales de la NBA
Dallmar era uno de los mejores jugadores de los Warriors pero había llegado a las Finales lesionado.
Esa lesión mermó su rendimiento en aquellas Finales dejando todo el protagonismo ofensivo a un Joe Fulks letal en la anotación.
Con el partido empatado a 80 puntos, Dallmar en el banquillo insistió al entrenador Gottlieb que le dejara jugar. Tal fue el nivel de insistencia que al final consiguió su objetivo de poder salir al juego quedando tan sólo un minuto para el final del partido.
Ante la presión defensiva sobre Fulks el balón llegó a Dallmar y este a pesar de su lesión consiguió anotar la canasta decisiva para llevar a los Warriors a su primer campeonato.
Aquel día Howie Dallmar consiguió incluso eclipsar los estratosféricos 34 puntos de Fulks, convirtiendo su lesión y su canasta ganadora en la gran primera jugada épica de la historia de las Finales de la NBA.
Aquel día triunfó un equipo y el jugador con el número 12…. el hombre que «Nadie esperaba que jugara»