Sergio Llull y los Rockets, el salto inevitable a la NBA del Rey de la Garra
Como sabéis los lectores habituales del blog llevamos cierto tiempo hablando de la situación de Sergio Llull en el Real Madrid y de su posible salto a la NBA al equipo que tiene actualmente sus derechos, es decir, los Houston Rockets.
La primera vez que tratamos el asunto Llull fue en el artículo Llull en su laberinto, donde todavía no se había convertido en Campeón de la Euroliga.
Este tema es complejo porque se entrecruzan los sentimientos de los aficionados del Real Madrid, con la necesidad de crecimiento del jugador de baloncesto, incluso de la persona.
El aficionado del Real Madrid de baloncesto suele ser en un 99,9% seguidor del equipo de futbol y está acostumbrado a ver que ese deporte los jugadores cuando alcanzan a jugar en un equipo como el Real Madrid (o como en el Barcelona para evitar comparaciones) llegan a su tope máximo, al sueño de su carrera.
Pues bien, en el baloncesto no es así, hay un más allá, una última barrera, una tierra prometida… el Edén de ese deporte, y ese sitio es la NBA.
Pau, Marc, Niko, Serge, Ricky, Garba, Navarro, Rudy, Calde, Claver, el Chacho, Fernando Martín y Raúl López (creo que no me falta ninguno) dieron el salto a la NBA porque su instinto deportivo les decía que tenían que jugar en la mejor liga del mundo y esa es y será la National Basketball Association… la NBA.
Sergio Llull cuando se presentó al Draft de 2009, era porque tenía la firme intención de ser seleccionable, y por tanto de jugar en un futuro en la NBA.
Desde hace varios años lleva oyendo cantos de sirena del baloncesto americano.
Los Rockets adquirieron y mantienen sus derechos NBA porque tienen la firme intención de incorporarle y Llull en el fondo, tiene la sana necesidad de dar el salto a probar nuevas experiencias en el epicentro del baloncesto mundial.
Ver jugar a Llull en la liga ACB, o incluso en la Euroliga es como ver correr a un deportivo de competición por una carretera convencional, no dejas de mirarlo, pero en el fondo sabes que no es su sitio, y que en ese lugar nunca te va a dejar ver su potencial.
Llull tiene que dar ir a la NBA porque necesita desencadenar su potencial y encontrar sus límites en un baloncesto que se juega a otro ritmo y con otro nivel competitivo.
Sus propios compañeros Rudy o el Chacho ya lo han probado, y Llull tiene derecho a ello, y el aficionado del Real MAdrid debe apoyarle y dejarle ir, porque si quieres demostrar que quieres a alguien lo primero que tienes que hacer es dejarle ser feliz, y para eso Llull debe tener la libertad de tomar la mejor decisión exclusivamente para él.
Si a esta situación le añadimos que realmente en los Rockets tiene un sitio ya y Daryl Morey (General Manager) y Kevin McHale (entrenador) lo saben como lo sabemos aquí, pues está claro que desde Houston van a poner toda la carne en el asador.
Jason Terry y Pablo Prigioni están en el ocaso de sus carreras y el actual base Patrick Beverley, está muy por debajo de las prestaciones que Sergio Llull puede dar así de claro.
¿Para que buscar un base que acompañe a Harden en el mercado si ya lo tienes? Creo que esa es la pregunta que muchos medios de comunicación en Houston se están haciendo porque conocen el impacto de uno de los mejores jugadores europeos del momento.
Llull es un jugador con garra ofensiva y defensiva, atlético, técnico, competitivo, con coraje y sobre todo tiene un valor fundamental para la NBA tiene determinación.
La técnica se puede mejorar tanto en lo ofensivo, como en lo defensivo, pero ser competitivo, tener coraje, garra y determinación, no se puede adquirir ni aprender entrenando, o se tiene o no se tiene y cuando un equipo tiene un jugador con esos valores debe explotarlos porque lo que tiene en el fondo es un líder sobre la cancha y Llull lo es.
Sólo hay que oír al Palacio de los deportes en éxtasis con el grito de Llull!Llull!Llull! cuando el de Mahón abre su caja de las esencias, para el disfrute en comunión de sus tiros en el último segundo y de sus vuelos sin motor, con una afición entregada al Rey de la Garra.
Llull es agua fresca en el desierto de Texas de los Rockets y si quieren que florezca un nuevo Título de la NBA en aquellas tierras yermas, deben llevarse a Sergio Llull, y el aficionado del Real Madrid debe entenderlo.
Sergio Llull es un competidor nato al más alto nivel y entiendo que cuando vea triunfar a su amigo Niko Mirotic en los Chicago Bulls, él se pregunté… ¿porque yo no voy a ser capaz de hacerlo al menos como Niko?
Si a esto le sumamos que el proyecto de los Rockets es un proyecto ganador con unos compañeros de camino como James Harden, Corey Brewer, Josh Smith o Dwight Howard que aspiran al Título Larry O’Brien… ¿como no va a querer hacerlo?
Estos Rockets no son los Blazers de Claver, Rudy o el Chaho, ni los Wolves de Ricky, ni incluso los Knicks de Calderón… estos son candidatos reales al anillo.
Sea como sea sigo creyendo que al anunció de Llull llegará tras las finales de la ACB y que se marchará a la franquicia tejana y a partir de ese momento podremos disfrutar de Llull en la NBA… alguien ya le tiene en el punto de mira allende los mares…
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