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El nacimiento del mito Hakeem Olajuwon

Hakeem Olajuwon es reconocido, sin lugar a la mínima duda, como uno de los mejores jugadores de la historia de la NBA. Sus datos estadísticos son incuestionables y más allá de la eterna duda de si habría conseguido sus dos anillos con Michael Jordan en activo, hay que reconocer que nadie cuestiona su inmensa calidad.

Los datos están ahí y para no entrar mucho en detalle, basta con decir que fue 2 veces Campeón de la NBA, 2 veces MVP de las Finales, MVP de 1994, 12 veces All Star, 2 veces Mejor jugador defensivo del año, el máximo taponador de todos los tiempos de la NBA, uno de los cuatro hombres en conseguir un cuádruple doble en la historia de la competición y, cómo no, miembro del Hall of Fame.

Por resumirlo aún más, en 1238 partidos dejó un promedio de 21.8 puntos, 11.1 rebotes, 2.5 asistencias, 1.7 robos y 3.1 tapones por partido.

En el análisis de lo tangible que nos ofrece la frialdad de lo numérico, las cifras de Hakeem Olajuwon dibujan un jugador total, un hombre capaz de brillar con excelencia en los dos lados de la cancha en términos absolutos. El adalid de cualquier ataque y el bastión de la defensa más sólida.

Muy muy pocos jugadores, en la era de la contabilización de los robos y tapones (a partir de la 1973-1974), han llegado a promediar en una temporada más de dos robos y dos tapones por partido, y él lo hizo hasta en cuatro ocasiones.

De cualquier forma, todo esto que os acabo de relatar es historia de la NBA y simplemente lo podéis ver, buscar y analizar en cualquier portal estadístico de la liga estadounidense.

Hakeem Olajuwon y David Stern
Olajuwon y David Stern con el premio MVP de las Finales de 1994

Lo realmente curioso, es ver y comprender, como se forjó el mito de Hakeem Olajuwon, es decir, como nació un jugador que terminaría fraguando en una leyenda de la NBA.

Además, si revisamos ese comienzo, se puede llegar a elucubrar sobre algunas de las cuestiones que han hecho del pivot de origen nigeriano, uno de los mejores pivots de todos los tiempos.

Antes de nada, es importante reseñar que cuando se habla de uno de los mejores jugadores de todos los tiempos, es esencial destacar el motivo de esa afirmación.

El caso de Olajuwon es uno de los más claros de valorar ya que, en su condición de pivot, llegó a ser un jugador que destacó sobre sus homólogos por una serie de condiciones físicas que le convirtieron en un espécimen realmente especial en su ecosistema.

Obviamente, su excepcional físico le hace estar un paso por delante de la gran mayoría de pivots de la historia, pero no le hace especialmente diferente respecto a jugadores que han tenido una capacidad física, igual o incluso mejor que la suya. Por ejemplo, en sus estados prime, David Robinson, Shaquille O’Neal o Wilt Chamberlain, no tenían nada que envidiarle a The Dream.

Sin embargo, su agilidad, sus reflejos, su velocidad de pies y su desplazamiento lateral, le han hecho prevalecer sobre todos ellos y le ha convertido en un tipo de pivot un tanto distinto a los demás que le acompañan en el Olimpo del baloncesto.

Hakeem Olajuwon con el 34 de los Rockets
Hakeem Olajuwon con el 34 de los Rockets

Este hecho, nos lleva de forma inevitable a la siguiente pregunta ¿cómo llegó a obtener esos «super poderes» el super héroe que dominó el mundo desde Houston?

La explicación más plausible de este hecho, la podemos encontrar en su juventud en la etapa que pasó en el Muslim Teachers College de su ciudad natal, Lagos, en Nigeria.

Es conocido que Olajuwon no empezó a jugar al baloncesto hasta los 15 años y que tuvo en sus inicios, lo que yo he llamado el «mal del hombre alto» en mi libro «Historias de Gigantes de la NBA«, que viene a ser más o menos, que por el mero hecho de tener una gran estatura, se tiene que jugar al baloncesto sí o sí y, a partir de ahí, se puede amar este deporte, u odiarlo, al convertirse únicamente en una forma digna de ganarse la vida.

Pues bien, la historia de Olajuwon con el baloncesto comenzó de forma tardía, ya que sus primeros deportes fueron el futbol, donde era portero, y el balonmano. Estos deportes eran realmente por los que había optado Hakeem en su niñez y eran las actividades que habían «educado» su cuerpo a nivel de coordinación motriz.

Al baloncesto llegó por mera casualidad y por una invitación que le cambió la vida, durante el Festival Deportivo de Maestros de Nigeria celebrado en la ciudad de Sokoto.

En ese encuentro deportivo multidisciplinar, un Olajuwon adolescente de tan solo 15 años, participaba en el Festival en el equipo de balonmano del Muslim Teachers College.

Al principio del Festival, un compañero de su escuela del equipo de baloncesto, le preguntó al entrenador que si dejaría jugar a Hakeem a ese otro deporte por sus capacidades físicas y éste, como ya es historia, le permitió cambiar de deporte aquel día en el que nació una futura estrella de la NBA.

Olajuwon en la Universidad de Houston con el 35
Olajuwon en la Universidad de Houston con el 35

Además, esa futura estrella venía con una movilidad, reflejos y coordinación cultivados en otros deportes y que le resultaron especialmente útiles.

Sus reflejos de portero, le hicieron tener una gran agilidad y rapidez en el movimiento de brazos, lo cual facilitó su capacidad taponadora y del rebote y, en cuanto al desplazamiento lateral del balonmano alrededor de la zona, le hizo adquirir una gran habilidad en el desplazamiento y timing defensivo.

En esta ocasión, haber practicado otros deportes posicionó a Olajuwon en una situación inmejorable en cuanto a tener unas aptitudes óptimas para la practica del baloncesto, lo cual le llevó años más tarde a ser invitado a unas pruebas deportivas con la Universidad de Houston.

En esos entrenamientos sedujo al gran entrenador Guy Lewis y consiguió ser invitado a formar parte del proyecto de los Cougars de la Universidad de Houston, el germen de la famosa Phi Slama Jama y el paso previo a convertirse en el número 1 del Draft de 1984 y en una futura estrella de la NBA, pero eso ya es otra historia.

Sam Bowie, Stern y Olajuwon
Sam Bowie, Stern y Olajuwon en el Draft de 1984

 

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